6 octubre, 2025
La Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de Dependencia (conocida simplemente como Ley de Dependencia), marcó un hito en el sistema de protección social español. Su principal objetivo es reconocer y garantizar el derecho subjetivo de los ciudadanos a la promoción de su autonomía personal y a la atención de sus necesidades cuando se encuentran en situación de dependencia.
¿Qué Implica la Autonomía Personal?
El concepto de Autonomía Personal es el pilar de la ley. Se define como la capacidad de la persona para controlar, afrontar y tomar, por propia iniciativa, decisiones personales sobre cómo vivir, así como de desarrollar las Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD).
Por su parte, la Dependencia es el estado permanente en que se encuentran las personas que, por razones de edad, enfermedad o discapacidad, y ligadas a la falta o pérdida de autonomía, necesitan la atención o ayuda de otras personas para realizar las ABVD. La ley clasifica la dependencia en tres grados, que se determinan mediante un baremo oficial:
- Grado I: Dependencia Moderada. Necesita ayuda al menos una vez al día o apoyo intermitente.
- Grado II: Dependencia Severa. Necesita ayuda dos o tres veces al día, pero no requiere el apoyo permanente de un cuidador.
- Grado III: Gran Dependencia. Necesita apoyo indispensable y continuo de otra persona, o tiene una pérdida total de autonomía.
La Ley de Dependencia crea el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD), que ofrece un catálogo de servicios y prestaciones económicas con carácter prioritario hacia los servicios, como la teleasistencia, la ayuda a domicilio, los centros de día/noche y la atención residencial. Estos servicios están orientados a mejorar o mantener la autonomía personal y apoyar a los cuidadores familiares.
UMA CARE: Unidades de Memoria Activa en Madrid
En el marco de los centros de apoyo para la autonomía personal, la iniciativa UMA CARE